APLAUSOS EN UN SALÓN DE BAILE PARA CERRAR EL CURSO DE DANZA
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La escuela municipal de Música y Danza de Almuñécar despide el curso con un bello espectáculo 01/06/2011 - Redacción
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Dieciséis coreografías y una única celebración: el festival de danza que cada año, coincidiendo con el final de curso, organiza la Escuela Municipal de Música y Danza de Almuñécar ‘Miguel Sánchez Ruzafa’. La música, las luces, el decorado y sus protagonistas, todas alumnas del centro, transformaron el auditorio ‘José Martín Recuerda’, ayer martes, 31 de mayo, convertido en un auténtico salón de baile.
Del ‘Minueto del quinteto para cuerda’, de Boccherini, al auténtico ‘Fandango cortijero’ de Almuñécar. Una mezcla entre la danza clásica, en su estricto sentido de la palabra, y la española, con un aire siempre popular, que la escuela, representada por sus 26 alumnas, ha vuelto a acercar al público. Los aplausos y los ‘olés’ de los espectadores fueron la recompensa a estos meses de trabajo. |
La danza es la celebración de lo que nos hace humanos. Cuando bailamos, usamos de una forma muy natural, los mecanismos de nuestro cuerpo y todos nuestros sentidos para expresar alegría, tristeza, aquello que nos toca el corazón.
La gente baila para celebrar los momentos cruciales de sus vidas y nuestros cuerpos llevan el peso de la memoria de todas las experiencias humanas posibles.
Podemos bailar en solitario y podemos bailar en grupo. Podemos compartir lo que nos une, lo que nos diferencia a unos de otros.. A través de la danza podemos encarnar las ideas más abstractas e incluso revelar lo que no podemos ver, lo que no podemos nombrar. La danza es un vínculo entre personas, un puente entre el cielo y la tierra.
A fin de cuentas, cada instante de danza forma parte de una función más vasta, de una coreografía que no tiene principio ni fin.
Bailar es una forma de pensar, Llevamos el mundo en nuestros cuerpos.
La gente baila para celebrar los momentos cruciales de sus vidas y nuestros cuerpos llevan el peso de la memoria de todas las experiencias humanas posibles.
Podemos bailar en solitario y podemos bailar en grupo. Podemos compartir lo que nos une, lo que nos diferencia a unos de otros.. A través de la danza podemos encarnar las ideas más abstractas e incluso revelar lo que no podemos ver, lo que no podemos nombrar. La danza es un vínculo entre personas, un puente entre el cielo y la tierra.
A fin de cuentas, cada instante de danza forma parte de una función más vasta, de una coreografía que no tiene principio ni fin.
Bailar es una forma de pensar, Llevamos el mundo en nuestros cuerpos.